Peña Cabarga es probablemente el monte más emblemático de Santander, ese que se distingue sin problema desde la bahía por estar coronado por la Cámara Oscura (el pirulí blanco). Se trata de un macizo kárstico cuyo pico más alto lleva por nombre Llen y cuenta con una altura de 569 metros, algo perfectamente asequible para hacer a pie que tiene como recompensa una fantástica vista de Cantabria en 360 grados en la que no falta la Bahía de Santander, la desembocadura de la ría de Solía y los Picos de Europa. Es esta una de las doce sendas de Interés Natural de Cantabria Oriental.
Más que por la ruta en sí merece la pena hacer la travesía por lo que puede verse mientras se asciende. Al tiempo que uno sube por la ladera de Peña Cabarga puede disfrutar del mar Cantábrico y distinguir sin problema localidades como Astillero, Pontones, Pedreña o Somo. De la capital se ven sin esfuerzo puntos como el Palacio de La Magdalena, el Gran Casino o el Faro de Cabo Mayor. Y al llegar arriba, ¡ay al llegar arriba! Si el día está despejado podrás ver a la derecha hasta el Monte Buciero de Santoña y a la izquierda los majestuosos Picos de Europa, bellísimos si la nieve aún cubre sus cimas (y si no también).
Aunque a Peña Cabarga puede subirse cómodamente en coche resulta muy agradable hacerlo a pie. El ascenso caminando puede realizarse bien por la carretera misma o bien por una de las sendas que discurren por la falda de la montaña. Existen varios itinerarios muchos de los cuales arrancan en el pueblecito de Santiago de Cudeyo (125 metros), a tan solo 13 kilómetros de Santander, donde uno puede aparcar el coche sin problema ni pago. Todos están considerados de dificultad media por salvar un desnivel de 450 metros y pensados para hacerse de forma circular cubriendo unos 9 kilómetros. En tres horas puedes subir y bajar, basta con tener ganas y unas botas de montaña decentes.
LA RUTA 2
Como digo varios caminos llevan al Pico Llén y, aunque arrancan en el mismo punto, después se separan. Existen balizas que marcan el paso casi durante todo el camino aunque a veces desaparecen misteriosamente. Lo mismo pasa con la senda misma, que comienza siendo una pista un poco mal conservada para luego transformarse cada vez más en un estrecho sendero que parece un camino de vacas, en algunos puntos casi cerrado por la vegetación.
Este es el caso de la senda 2 por la que es imposible ascender hasta la cima aunque bien merece la pena terminarla, aunque luego se vuelva atrás y se continue la subida por otra vía (el desvío no es más de 500 metros). Al final de esta ruta 2 hay unos pequeños riscos desde donde la vista y la foto son muy bonitos: la bahía, la ría, las islas de Mogro y Santa Marina, el Puntal de Somo, etc. Merece la pena hacer la parada.
Pero por aquí el ascenso no continua por una senda visible. Lo mejor es dar marcha atrás y volver hasta la bifurcación de las sendas 2 y 5 y continuar por la maltrecha pista de piedra gorda a la sombra de los pinos y los eucaliptos (la senda 5). Poco a poco esta se irá estrechando también hasta volverse un mal marcado camino de cabras que habrá que buscar entre los árboles del bosque. Ojo al suelo, ten cuidado no pises una piña y te vayas a resvalar.
No te asustes cuando veas el letrero de zona de adiestramientos de perros de caza. Ya estás casi arriba, de hecho ya se ve la Cámara Oscura en picado desde ahí. Solo te queda ascender hasta las antenas y por un corto tramo de asfalto al Pico Llén. ¡Enhorabuena! Llegaste.
MIRADOR DEL SUR
En la cima del Pico Llén hay varios elementos que merecen atención. Uno es la Cámara Oscura, el pirulí blanco que se distingue claramente desde Santander. Su interior es visitable aunque, por motivos que desconozco, no está abierto al público de forma regular (si quieres entrar dentro prueba a preguntar cómo hacerlo en el teléfono 942 27 49 62). Antes de llegar a su puerta encontrarás un curioso poste en el que se indica la distancia que hay a diferentes capitales europeas. Según este tótem de madera Lisboa está a 692 kilómetros de Santander, Londres a 941, Bruselas a 1.031, Berlín a 1.626, Budapest a 1.836, Bucarest a 2.384 y Atenas a 7.387.
No te pierdas el mirador sur de Peña Cabarga, el que da a la parte de atrás. Si el tiempo acompaña y tienes buena vista podrás ver con tus propios ojos Castro Valnera (1.707 metros), el Picón del Fraile (1.625), el Pico la Miel (1.580) y Coteru la Brena (1.499), entre otros. Incluso puede distinguirse el Buciero (378) a cuyos pies descansa el precioso Faro del Caballo de Santoña, pero eso solo en días sin una nube. Y más a la derecha ellos, los enormes e inconfundibles Picos de Europa.
¿Mi recomendación personal? Que aproveches un buen día de primavera, otoño o invierno para realizar este paseo, cuanto más despejado mejor. Que subas por la ladera y bajes por la carretera para evitar que las piernas se te carguen de más y poder ver así el otro lado de la montaña (aunque la vista pierde bastante por culpa del búnker que Botín se ha construido cerca de Solares). Y que lleves un bocata y te lo comas en el merendero que hay a los pies de la Cámara Oscura mientras disfrutas del paisaje. ¡Te lo has ganado!
Viaja en mi Mochila en directo a través de Twitter, Facebook e Instagram
